viernes, 17 de octubre de 2008

El tiempo

Todo el tiempo del mundo, al menos tienes todo el tiempo del mundo allí en el pueblo. Cuando me levanto de la siesta, me digo en voz alta las tareas de la tarde. Comprar tabaco, algo para cenar, punto. Y sin embargo, me falta tiempo. Me falta todo el tiempo que no me dedico a mí mismo. Me alegra, en cierto modo, este no hacerme falta aparte de mí. Sería el doble de esfuerzo. Nunca he sabido y espero no saber qué significa eso de conocerse a uno mismo, ni estar agusto consigo mismo, etc. Simplemente no me aburro. Pero esto, con sus ventajas, tiene su engaño. Los fragmentos del tiempo. Me divido la tarde, sin quererlo, en framentos de tiempo. No más de 40 minutos en el ordenador. El tabaco. La lectura, obligación que no sé por qué es ahora devoción. La escritura, entre humo e imposible. Acaba "Pasapalabra", sin volumen, y es mi señal para dejar el libro y ponerme con la cena, que ha de dejar sitio, las diez como mucho, para mi espacio insobornable y enfermizo del dvd. Una serie, una película, lo que sea. Necesito la espalda contra el sofá y la película. O sea que tengo todo el tiempo y nunca he sido tan esclavo del tiempo. Esta tranquilidad que no es sino una impostura frente a la realidad, qué cansina la vida. Podría pasarme 30 años así, pausado y conforme, tranquilo por estar satisfecho de no hacer nada. Me salva, sin embargo, el raciocinio (y lo golfo). La incómoda seguridad de que, al menos una vez por semana (¿una vez en la vida?) hay que ignorarse, llevarse el pie a la boca (como dice Alanis) en esto de la vida. Burlar, como un Cid victorioso, la falta de voluntad. Lo tengo planeado. Un beso a todos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo haberte entendido cuando dices que lo tienes todo planeado. Que lo disfrutes....;)

Leopoldo Espínola dijo...

Me gusta dar buenos consejos, aunque creo que la naturaleza no es tu fuerte. Aprovecha las sierras de Gullate, chico. En tu pueblo natal no las tienes. Setas, hongos, aire puro (no te acerques a los pavos), orégano, romero, tomillo..., refrescate al menos una tarde a la semana en ese entorno. Es saludable, tu tiempo te lo agrdecera.
Nos vemos pronto.

Baretta dijo...

He vuelto, al blog digo. Supongo que quien escribía desde cumbres era Vane.
Y Alberto? Ha desertado?
Como mis comentarios son muy largos he abiero un blog para contar cositas: baretta11.blogspot.com
Así que allí conocerás más historias verídicas. Por cierto, la primera es la misma que incluí aquíla semana pasada.
Abrazos varios y comenten, comenten

Anónimo dijo...

¡Qué dificil eso de llevarse el pie a la boca!