jueves, 11 de diciembre de 2008

Bailarinas


Mi amigo Kikemoto y mi amiga Gracia me lanzan tras el vinho verde una estadística desgarradora: tan sólo el 2% de las mujeres alcanza el orgasmo vaginal. Tras preguntar cómo se llama el otro tipo, me niego a creerlo en voz alta. Me aseguran que sí, que desgarradora queda la estadística, puesto que nosotros, al parecer, desgarramos más bien poco. ¿Y a usted qué le importa eso, Porerror, si su vida sexual es un chiste de mal gusto? Señora, me parece que se equivoca usted de blog; yo no hablo con interlocutores. Pruebe en Estatuas verdes, encima viene usted a hacer sangre. Lo que digo es que viene esto a separarnos algo más a hombres de mujeres; es decir, a separarnos más alos hombres, dejándonos en una indigencia social y sentimental que a más de uno le provocará el ánimo de coger el garrote y tirar al monte. Ya sabíamos lo de los preliminares, el circunloquio y demás (idea no compartida, con todo, por todas). Pero esto va más allá. Creía, con Joel Fleischman, que el sexo era algo primario, y a punto estamos de mirarnos el pene con prudencia y ternura. Dónde vas, Manolo, a la manicura, por si follo. Dejemos el tema.


La joven protagonista de La elegancia del erizo trataba de salvar su angustia a través de un "diario del movimiento del mundo"; observaba el espectáculo cinético que la rodeaba en busca de la estética sublime. Ya el futurista Marinetti opinaba que era más hermosa la velocidad de un coche de carreras que La Victoria de Samotracia. Ha vuelto "Fama".
Si para Joey y Chandler lo mejor de Los vigilantes de la playa era que las bañistas corrían, para mí lo mejor de Fama es que las muchachas bailan. El cuerpo de mujer no necesita justificación, pero el baile no es redundancia sino forma que erotiza, y forma en movimiento, sin tregua; la imagen sugiere, el baile provoca.
Lo dijo también el ayudante de Marbelys (Marbelys, de pechos ultramarinos): "en el baile es como la cama". Seguir la línea cambiante del cuerpo femenino. La danza sólo puede surgir del rito sexual o de la invocación a Dios, se mueven las caderas para ofrecer la fertilidad, los hijos, la continuación de la vida. Pero el erotismo es la creación cultural del sexo; el baile como educación sexual. Ay.

2 comentarios:

Porerror dijo...

Comento por alusiones, y sobre todo por puro placer.

Yo que creía que eso del orgasmo vaginal y "el otro" era un mito: mis indagaciones se quedaron en pensar que solo había un tipo de orgasmo... De todas maneras yo soy más de la palabra "correrse" (lo de "venirse" me parece una desfachatez).

Leyendo se aprende mucho, sin ir más lejos, tú acabas de clavar una puntillita más en esa parte de mi cerebro que me susurra "Léete La elegancia del erizo..." leyendo a Ángela Vallvey he aprendido que al ciego Tiresias lo había castigado Hera por contarle a Zeus que la mujer gozaba mucho más del sexo que el hombre (Tiresias podía opinar porque había sido las dos cosas).

En el mismo libro he aprendido una cosa que viene a cuento de tus reflexiones sobre las bailarinas, los cuerpos en movimiento y Marinetti: dice que decía Schopenhauer que las personas preferíamos siempre una mentira quieta que una verdad en movimiento.

Saludos!

Anónimo dijo...

Porerror, la señora se refiere a mi vida sexual (que no haya malentendidos); con lo de orgasmo vaginal se referían mis colegas al producido sólo por la penetración (uf, cómo suena esto a estas horas de la mañana, y con el frío). Un abrazo.