jueves, 20 de octubre de 2011

El árbol y las nueces

Ojalá que eta diga esta vez la verdad. Sería la mejor noticia de los últimos tiempos. El hecho de que no maten cotidianamente desde hace unos años sólo habrá cambiado la conciencia que de ella tienen los más jóvenes. Los de mi generación, y antes, por supuesto, nunca olvidaremos el dolor tan sucio que nos hacía sentir. Y la impotencia, y la rabia. Muchas veces cogía las noticias ya empezadas, escuchaba un segundo de las declaraciones (siempre las mismas) de algún político; o veía las mantas plateadas cubriendo algún cadáver, y dejaba lo que estuviera haciendo, resignado una vez más a descubrir cuántos y quiénes eran los muertos esta vez. Muchas veces.
Me alegro sobre todo por los vascos que se han jugado la vida para acabar con ellos, por los policías, la guardia civil. Los que han plantado cara. Estos años atrás, quien no sintiera que su vida corría peligro ante eta era un miserable. Y no eran pocos. Ojalá, entonces.

El final de eta no debería usarse, en ningún caso, como mercadeo político. Los asesinos deben ser tratados, hasta el final, como tales. Lo contrario sería escupir sobre los muertos y sus familias, y sobre todos nosotros.

Ahora sigue, sin embargo, otro problema. La misma ralea ocupa ahora los ayuntamientos del País Vasco. La enfermedad irracional del nacionalismo está crecida, insolente como nunca. La libertad está muy lejos de conseguirse aún, no nos engañemos. Los resultados el 20N serán arrolladores, aunque parezca mentira. Compadezco a los vascos que gastarán su vida defendiendo la razón y la democracia.

2 comentarios:

Porerror dijo...

Buen Migue, creo que has dado l'evangelio. Nada que añadir.

Don CalcetínRelleno dijo...

Compadre, decirte que estoy de acuerdo con tus reflexiones, sin duda.

El conflicto vasco me sorprende mucho en todo lo referente a la parte no terrorista-violenta: hay muchísimos cruces de verdaderas amistades entre ambos bandos, es decir, los demócratas y los que no lo son. Acojonante.

Curiosamente estuve viendo ayer domingo parte del programa Salvados el cual versaba sobre este nuevo estatus que se avecina. Tremendo lo de las corbatas negras...

Hay mucha tela que cortar.

Don CalcetínRelleno