Bueno, pues se acabaron los cambios. Lavado de gato, vamos. La especialidad de la casa. Ya que Alberto me dejó la cama en el cuarto y el blog solo, intentaré que éste, al menos, malviva. No sé de qué voy a escribir. No tengo el temor de que se parezca (entre otras muchas cosas, ninguna buena para mí, por lo vago) al gran y ya familiar Estatuas verdes. Pero, como dijo el Señor Lobo, no empecemos a chuparnos las pollas. Pues eso, a ver qué sale. Un beso a todos.
1 comentario:
Migue, vaya, pensé que no volvías.
Me alegro un montón.
Oye, le has puesto el mismo color de fondo que mi blog. Aunque la plantilla es distinta.
No se te ocurra hablar de economía.
Ni de violencia de género, ni de accidentes laborales.
Venga, un abrazo a todos.
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