Como un perro que oye el timbre de su amo, como un infante en el campo desconocido, así salgo el viernes de Gullate, casi derrapando. Se explica de esta manera que a las 10.30 de la mañana ponga en el coche Hound dog, de Elvis, y me suene a coro celestial.
La semana pasada veía a mis antiguos compañeros, y sin embargo amigos, verdadero y feliz. El sábado, en la tele César Millán (quien más me enseña de pedagogía), llamaba a mis amigos, verdadero y feliz. Es absurdo, por verdadero, que la alegría venga por contraste. Me niego a ser tan estúpido, pero ahora mismo es lo que tengo. Hablaré en mi contra.
La expectativa. Es curioso que recuerde de los últimos meses grandes momentos en el coche. Esta mañana el sol temprano de Gullate me despedía como un compadre. La felicidad era algo que esperaba. Lo siento, me digo (últimamente, con quien más hablo, es conmigo). No eres capaz, es imposible, de abrazar el momento. Incluso la expectativa, para un neurótico, es inquietante (esto es largo e íntimo para contarlo aquí). Nos queda, entonces, el día siguiente. Qué complicado.
Qué buenos momentos, sin embargo, en el coche, esperando algo.
Lo he contado ya. Junto al Instituto hay una granja de pavos. Mientras explico el sintagma nominal aparto moscas. El administrativo es Errol Flynn, batiéndose valerosamente con el matamoscas cual florete.
Estoy escribiendo un poema. Lo pondré aquí si lo acabo. Empieza así: Ya no puedo olvidar...
8 comentarios:
Multiplica esa sensación de "alegría por contraste" por 10.000 que son los kilómetros que en realidad separan esta realidad de la que quisiera...La cosa es que, al final,tengas el tiempo justo, sano y necesario para hablar contigo, no mucho más porque empieza a ser enfermizo...vivo en la calle puebla, enfrente de uno de los rascacielos más grandes del mundo y ni desde allá arriba se España(ya lo probé)...como le decía sin decir a madre por skype, "esto no es París,madre, esto no es París"
Me sigue encantando leerte desde el culo del mundo.
Soy de la opinión de que nos guiamos y sentimos por contrastes. Lo tengo muy comprobado. Para valorar una siesta, tienes que irte a trabajar recien comido todos los días, para valorar el descanso, tienes que esforzarte....y así con todo. Qué le vamos a hacer...
Migue, ¿te has dado cuenta que las moscas se mueven a gran velocidad? En Gullate,si te fijas, aún lo hacen más aprisa, ¿no?
No te asustes, son normales. Eso es sólo porque tú, progresivamente, te mueves cada vez más despacio. Es el S.I.R. (Síndrome del Invierno Rural)
Duro con ellas, amigo.
El duende de Bologna regresa de nuevo partido de risa, memorable el mosquerío y los pavos.
Aparezco en este blog después de un viaje de 12 días con sus 12 noches + 3 semanas de asentamiento en mi nueva ciudad.
El viaje brevemente: Sevilla - Málaga - Almería - Valencia - Canet de Mar, Barcelona - Girona - Saint Raphael, Niza - Bologna (1 noche pa dejar las valijas) - Pescara (o Pescase) - Florencia - Bologna (y asentamiento en la nueva morada).
Ya he empezado a ver Italia, sorbo a sorbo. Hace 2 semanas le tocó a Milan (San Siro y gol de Ibrahimovic de tacón incluido), la próxima le toca a Napoles.
Mi primer amigo es napolitano, voy a empezar a sentir los tentáculos de la Camorra... Y con esto voy a contar una de las anécdotas de mi estancia, que no tienen nada que ver con la Camorra precisamente, pero sí con el coleguita éste.
Él trabaja en Florencia, lo conocí en Sevilla, vaya lío, y la primera vez que meto a alguien en el piso de Bologna y vaya tela… Esto hay que contarlo despacito. Se viene el artista éste un fin de semana a mi piso. Las dos primeras semanas he estado compartiendo una habitación triple hasta que ya me han dejado la individual libre, pa poder meter a to mis amigos de mi tierra. Sábado por la noche, salimos los dos a ver si quemamos Via Zamboni, uno de los centros neurálgicos de Bologna, Nos ponemos hasta la azotea de cerveza después de sufrir el gol de Van Nistelroy (min. 91) ante el glorioso Real Betis en un pub que parecía el Bernabéu . -Cagoentó, Peppe, -le decía yo- me he ido de España huyendo de los putos madridistas y aquí los hay hasta en la sopa. Él asentía con la cabeza, después de la segunda pinta de cerveza,
como los perritos esos que están en los salpicaderos de los coches (que se quedan emblanquiñaos para siempre después del primer verano dándole el sol). A las 3.30h plegamos velas y nos vamos pa casa. La situación pa dormir es la siguiente: la habitación triple tiene literas y una cama aparte. En la litera de abajo duerme Giulia, mi contacto boloñés, a la que conocí en Sevilla hace dos años, era estudiante de CLIC y es la que me ha ayudado antes de llegar a aquí, ella duerme en su cama con una amiga que se había quedado esa noche, en la litera de arriba duerme Peppe, y en la cama aparte duermo yo. Y duermo y duermo, porque de lo que pasó después yo no me enteré hasta la mañana siguiente. A la media hora (supongo) después de acostarnos, el napolitano empieza a sentir que la lavadora del estómago se le está poniendo como al niño de los garbanzos del chiste de Paco Gandía. Según cuentan las dos que dormían en la habitación, empieza a llamarme: “Jávier!Jávier!” (que sí, que sí, que me dice Jávier y no Javier). Yo, frito. La amiga de Giulia se despierta asustada, la pobre chavala durmiendo en una cama que no era la suya y a las 4 de la mañana escucha a un tio pegando voces. Bajó la escalerilla de la litera como pudo, es decir, a oscuras y sin gafas (puedo asegurar que con gafas ve menos que Joseff Milks, uséase, Pepe Leches. Como no hizo el COCAM (Cursillo de Orientación en Casa Ajena para Miopes), pues no se acordaba donde estaba la puerta, si al fondo a la izquierda o a la derecha. La puerta estaba donde decía la canción de Siniestro Total: Al fondo a la derecha. No hace falta que explique pa donde tiró él. Ya es demasiado tarde…La lavadora empieza a vaciar el líquido en la habitación: primero, en el ordenador de Giulia, luego en el parqué, las manchas no se han quitado, parece que ha pasado por aquí el Cid Campeador, y al final, ya al final, vomitó en el water. A esas alturas, las chavalas estaban despiertas y con la luz encendida. Pero el pequeño héroe no volvía a la habitación, Giulia decide asomarse al cuarto de baño y ve que el chaval está echando una cabezadita que se prolongó un par de horas. Y las niñas durmiendo con la luz encendida, esperando que vuelva… El que dormía era yo.
Seguiré contando historias verídicas.
Besos para todos, escribidme y os mando un puñado de italianas... moscas italianas, me refiero.
Por cierto, en octubre es el aniversario de la pérdida del gran Silvio y no habéis dicho nada. Tarjeta Amarilla. Si no habéis visto en youtube “Silvio y Smash”, entren, por favor, es una entrevista de Ángel Casas con final apoteósico.
Don Javier, no sabes lo que me he reído. Has escrito el comentario más largo, además, de este blog. Yo doy fe de que tú no te despiertas ni a tiros. ¿Así que los italianos no saben beber, eh? Del betis mejor no hablamos, aunque el otro día me aposté dinero a que quedamos en UEFA. En fin. Un abrazo "de la gente de tu tierra", y espero que sigas contando tus peripecias por aquí.
Leo: me tienes que contar tu precipitada salida del bar el otro día... Migue.
Todavía me estoy preguntando cómo lograste verme.
Tal vez sea perseguir tanta mosca. Creo que se te está activando una parte de tu médula espinal, hasta ahora un tanto relajona. ¿Asistimos al nacimiento de un nuevo superhéroe?
Qué bueno saber de ti. Me avisó ayer el Marqués de tu comentario. Espero que sean seguidos y tan divertidos como este
( incluyendo la derrota del real) Mil abrazos desde las cunmbres.Sab
He querido que sea viernes para dotar este comentario de verosimilitud, porque iba a decirte que me siento plenamente identificado, chaval.
Lo de Elvis me ha llegado al alma, hace un par de semanas escribí algo parecido pero sobre ir cantando a voz en grito temas de Quique González.
Ánimo, tío, resiste. Y ¿que el administrativo se parece a Errol Flynn? Mientras solo sea de aspecto y no porque se saca la churra a las primeras de cambio...
Un abrazo, Migue.
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