Quiquemoto no para. El tío se pone a montar los muebles del Ikea encima de una colcha roja, con más calor que en verano. Al menos se ha comprado un destornillador eléctrico. De vez en cuando, Gracia le lleva un botellín fresquito, y así va tirando. En la imagen, Quiquemoto transporta a su casa los últimos muebles de Ikea, acompañado de su sobrinillo.
2 comentarios:
Bueno.. pues como le toca a quiquemoto... seré mala...porque todo el mundo no tiene un papi que le monte los muebles o la cocina ... ;-)
Y oye.. que yo también monto los muebles.. ehhhh.. que quede claro que no estoy ejerciendo explotación ikeil ;-)
Aún recuerdo el día que me hiciste la foto, bollito de leche. Fué aquel verano en el que te escapastes al sudeste asiatico para practicar el turismo sexual y te quedastes tan blanquito. Y eso que te avisé.
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